Las crónicas de viaje

La crónicas de viajes puede decirse entonces que es una fusión entre la crónica que es la narración secuenciada de acontecimientos y por otro lado el tema del viaje, en el que narradores como Marco Polo o Pedro Sarmiento relatan sus experiencias vividas en estas aventuras.

En sus crónicas de las Indias, historiadores, evangelizadores, conquistadores y descubridores, escribieron “paso a paso, durante el siglo XVI, los avances en la conquista de América, mezclando muchas veces la realidad con lo fantástico de sus miedos y supersticiones en tierras tan exóticas”[3]

El viaje es uno de los motivos del relato que está presente en la literatura de todos los tiempos, La Odisea de Homero quien presenta por un lado a un viajero que permace lejos de su hogar por mucho tiempo y por otro, hace un relato de los poderosos marineros de Creta. El la literatura latina se presenta en obras como El asno de Oro, de Apuleyo. En los Siglos de Oro, “el viaje es mero artificio literario (Viaje entretenido, de Agustín Rojas), tienen como finalidad dar una unidad a una materia muy amplia”. Ya en el siglo XVIII, los viajes se ponen de moda precisamente en las novelas de aventuras Robinson Crusoe y la Isla del tesoro, de Daniel Défoe”[4].

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Fuentes:

(3) Diccionario de términos literarios María Victoria Ayuso de Vicente, Consuelo García Gallarín, p 184.

(4) Ibidem p 86.